martes, 8 de diciembre de 2020

BUSCANDO A DIOS (IV)

 

                                            


 

 

Es la cuarta entrada y pienso que será la última porque ya está claro que no hay ninguna posibilidad de encontrar a Dios, y todo es un tremendo dolor de cabeza, asi que lo voy a dejar tranquilo allá donde esté y me centraré en algo más 'terrenal'... 

Pero para finiquitar el tema, voy a intentar definir mejor lo que me dice esa 'vocecita' que no me deja dormir por las noches (tranquilos que no es Dios dictandome una nueva Biblia...)

 ¿Que conocemos de Dios?...Siendo honestos nada. Porque todo lo que conocemos de Él nos llega mediante la experimentación de su Creación, y ésta es una realidad cambiante porque somos seres finitos y nuestra realidad no puede abarcar toda la experiencia necesaria. 

Sí que podemos abarcar esa experiencia de una forma universal, ya que la idea/concepto de Dios está en todas (practicamente) culturas.

Tenemos un conocimiento finito pero universal; podemos hacer conexiones entre lo que conocemos y lo que ignoramos. A esas 'lagunas' o 'vacios' que no conocemos vamos dándole forma mediante las religiones, y de esta manera vamos 'tapando' sin darnos cuenta y con toda la inocencia que nos queda, de lo que sencillamente no podemos conocer. 

Deberíamos darnos por satisfechos con ello. Pero no. Queremos más y si no lo sabemos nos lo inventamos.

No hay metodo cientifico en la busqueda de Dios, entonces ¿qué condiciones son necesarias?. ¿sólo podemos aceptar la probabilidad de la existencia de Dios?.

Si esa búsqueda la fundamentamos en base en la necesidad de su existencia, vamos de entrada, muy equivocados. Para llegar a algo minimamente 'lógico' debemos desprendernos de la necesidad de Dios.

Dios como SER no es una necesidad, sin embargo sí necesitamos lo que representa, y desgraciadamente lo que representa es una construccion mental. Universal, sí, pero de la mente. 

Y habrá quien diga que Dios es Mente. Yo ahí ya no me meto, porque no sé y es demasiado complicado para mí.

Entiendo, eso sí, que para SER debe ser percivido.

¿Y cómo se hace eso?.



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