lunes, 8 de diciembre de 2014

LA CAJA ROJA









LA CAJA ROJA

Erase una vez una niña a la que regalaron una caja roja. Era de plástico y nada valiosa, pero a ella le hizo mucha ilusión, y como estaba vacia empezó a pensar con qué la llenaría.
Al principo le costó llenarla porque no tenía grandes cosas que guardar, además que la niña pensó que sólo podía guardar cosas que le gustaran mucho las cuales no queria que le quitaran.
Asi que la caja roja, se convirtió en una especie de tesoro. 
Allí iba a esconder todos esos pequeños tesoros que iba encontrando o que le iban regalando.
Y de poco a poco fue guardando recortes de dibujos, algun trozo de lapiz de color carne, trocitos de goma de borrar, algun cromo de cantante, cintas y pinzas para el pelo, pulseritas de plastico, piedras de colores, conchas de playa....pequeños versos del primer amor....
Todo lo iba guardando con cuidado mirando que todos sus tesoros quedaran perfectamente encajados sin que sobrara ninguno.
La niña tenía un hermanito pequeño que la seguía a todas horas preguntando qué que escondia en la caja roja. Ella solo le decía 'no puedes tocar la caja porque solo es mia'. 
Y bien era cierto que le tenía mucho cariño a la caja que incluso la guardaba en un lugar alto para que nadie la cogiera. Cada dia iba a buscarla la bajaba la abría la repasaba y volvía a esconderla en otro lugar.
Llegó a no poder dormir con solo el pensamiento de que alguien se la quitara.
No dormía bien, apenas comía, y no estudiaba nada. Siempre con la caja roja a su lado guardandola de todos porque sólo era de ella.
La custodiaba dia y noche por temor a que se la robaran. Despertaba por la noche sollozando porque había soñado que la perdía.
Quería más a la caja roja que a sus amigos y que a sus padres. Ya no se quedaba a jugar en la plaza, ni acompañaba a su madre a la compra. 
Donde estaba su caja roja tenía que estar ella allí vigilandola ...constantemente.
La caja roja se habia convertido en su Vida.
Un dia sintiendose muy sola porque sus amigos ya no le llamaban para salir a jugar, decidió mirar su tesoro escondido. Allí estaba su razon de vivir: pulseritas, cromos, piedras, colores, versos, cintas y lazos....
-¿Todo esto soy yo?- se preguntó.

 Este cuento guarda una moraleja.....

¿la veis?...