¿TIENE QUE DOLER EL AMOR? (segunda parte)

Copio del libro "De profundis" lo que para él significó su amante:

"desgraciadamente he sacrificado por ti mi arte, mi vida, mi nombre, mi posicion ante la posteridad, y aunque tu familia pudiese disponer de todas las maravillas del mundo, o de todo cuanto el mundo cree maravilloso, el genio, la belleza, la riqueza, el alto rango y demás cosas de igual índole, y todo lo depositase a mis pies, no podría pagarme siquiera la décima parte de las cosas más insignificantes que me han sido arrebatadas, ni una sola de las lágrimas derramadas".

"Cuando te apoderaste de mi vida, no supiste qué hacer con ella. No podías saberlo. Era algo demasiado maravilloso para tus manos. Debías haberla dejado caer y haberte marchado con algun compañero de juego. Pero eras travieso y la destrozaste. Y esto es, tal vez, al fin y a la postre, la última verdad".

"No es posible que te laves las manos de toda responsabilidad y que, encogiendote de hombros, te dirijas con una sonrisa hacia un nuevo amigo, o te acerques a otra mesa recien puesta".

"No es posible que todo lo que me ha sucedido sea para ti únicamente como un recuerdo sentimental que, si viene a cuento, sirve de sobremesa a la par que los cigarrillos y los licores, como fondo pintoresco de una vida moderna de placer, o como una vieja tela en la pared de una taberna".

" te suplico no olvides que para mí es la más honda de las humillaciones: una humillacion por la cual no tengo mas remedio que pasar".


Y a pesar de todo, le siguió amando, como bien muestran estas palabras:

"Escribeme franca y libremente respecto a ti, a tu vida, tus amigos, tus ocupaciones, tus libros. Háblame de tu libro de poesias, y de la acogida que haya obtenido. Cuanto tengas que decir de ti, dilo sin temor. No escribas lo que no sientas."

Y termina despidiendose con estas palabras:

"Tu amigo que te quiere Oscar Wilde".


Me ha conmovido, la verdad, que a pesar de que no fue correspondido en su amor, Oscar WIlde no dejó de amarle.