LO QUE DAS ES LO QUE RECIBES

Ya hace algunos dias que me pasó.
Normalmente y dado la crisis hay muchas personas que van pidiendo por la calle y tambien entran en las tiendas a pedir. Yo trabajo en una tienda, asi que estoy acostumbrada a ello. Suelo dar algo siemore; no mucho, claro está, porque la crisis tambien me afecta.
Muchos de los que vienen son habituales, supongo que tienen una ruta y se acuerdan de quienes les han ayudado y vuelven al cabo de algunos dias.
Entre ellos destaco a dos personas por lo diferentes que son.
Una es una chica joven, que de vez en cuando viene a la tienda y me ofrece a cambio de 1 euro un paquetito de kleneex.
No pretendo que quien venga a pedir algo de ayuda se sienta humillado por ello, faltaría más. Tampoco pretendo que me den las gracias ni nada parecido: estamos para ayudarnos mutuamente pues quizas , quien sabe, algun dia tambien me encuentre en situacion extrema. Lo que no haría yo nunca es lo que hizo esa chica: la obligacion de pagar un euro por un paquetito de klennex. No dijo 'la voluntad' o lo 'que puedas', sino que puso precio. Le dije que un euro no; y le dí algo menos. Ella, toda ofendida me lo rechazó diciendo que no admitía limosna. Pues bie, se marchó con su paquetito de kleenex. Por nada del mundo quise que se sintiera mal, pero me pareció que abusaba de la buena fe, no sólo mia sino de cualquier otra persona. No se trata de humillar a nadie, pero tampoco de obligar a nadie.
Otro caso bien distinto es el de un señor mayor que vino por primera vez hace una semana.
Mayor, un poco harrapiento, mal aseado, en fin ya sabéis. Me pidió lo que buenamente pudiera darle, con educación, sin humillarse y con dignidad. Le di algo, y entablamos una pequeña conversación; por lo que yo vendo me preguntó si tenía cierto producto, le dije que sí, y lo busqué y se lo regalé ( no es nada caro). El hombre me lo agradeció dándome las gracias pero tambien me ofreció dos consejos. No tenía nada más a darme a cambio. Lo acepté, por supuesto. Buenos consejos.
Nos despedimos y se marchó. Pero al cabo de 5 minutos volvió y me regaló una fotocopia de una postal o retrato de la Virgen della Sapienza...era todo lo que podía regalarme.
Me hizo ilusión, por supuesto.

¿Por qué explico esto?. Porque todo en la vida depende de la actitud con que hagamos o digamos las cosas. Lo que damos es lo que recibiremos.
Asi y aunque sólo sea por egoismo, mejor una buena palabra, un gesto amable, una caricia o un sonrisa, que un desplante que lo unica que hace es agravar una mala relación.

Saludos amig@s..¡¡¡¡