¿SE PARÓ EL MUNDO? BAJEMOS

No sé si habéis visto la pelicula "El tercer hombre". En ella hay una escena dentro de la noria de Viena que fue el chispazo que me hizo perder la inocencia de creer en una sociedad justa. Inocencia o ignorancia...no sé, pero desde aquel momento ya no he vuelto a ser la misma.
Y eso es lo que, pienso, va a pasarme despues de este confinamiento. Y espero que todos en todas partes podamos salir de esa ignorancia/inocencia.

Tengo muchas cosas a decir y una de mis faltas es que me gusta ser lo mas concisa posible y eso hace que muchas veces se me queden cosas sin decir o quizas dar por sentado que se me entenderá.
Y a veces no es así.
Intentaré.

Igual que en la pelicula "El tercer hombre", los que estan arriba en la noria representan el poder, y desde las alturas ven a las personas chiquititas, como hormigas sin nombre, sin rostro sin futuro y muy faciles de eliminar. Con chafarlas con el dedo es ya suficiente.
La lejanía...la distancia entre los poderosos y el pueblo debe de ser muy grande...enorme, para que sólo representemos (el pueblo) simples números o mercancía sin valor.
Contra más lejos, mejor.

Y para controlar a esas 'hormiguitas' que somos todos lo mejor es tenernos concentrados en grandes masas. Controlar así es económico, no hace falta muchos recursos.

Pero si en vez de tener una gran masa de gente, esa misma gente se organizara en pequeñas comunidades, en pequeñas ciudades, seria mucho más dificil acabar con todos ellos.

Se ha visto...se está viendo que la idea de una Europa unida y grande no ha cuajado.
Se sabe que los grandes imperios acaban destruidos precisamente por ser demasiado grandes y no poder controlar a la poblacion.

El oro tiene el valor que tiene por ser escaso. Por ser dificil de encontrar y por ser pequeño.

Las grandes ciudades despojan al individuo de 'ser' y le imponen el 'tener'. Y ahí está cuando el poder nos ata de pies y manos.

Pero supongamos que cambiamos las grandes ciudades por pequeñas ciudades, por pueblos autosuficientes... Cuando las personas se confinan en sus casas las ciudades pierden el poder de ilusionarnos.
Si nosotros hacemos a las ciudades, hagámoslas pequeñas de tal manera que al poder no le den ganas de manipularnos por serle demasiado costoso hacerlo.

Todo este 'sermon' viene a cuento de algo que dijo un politico ( y no digo nombres...) cuando le preguntaron cuándo se podría ir al cine, o al teatro o al futbol...
 Es una buena pregunta...porque no se trata de cuando...sino de cómo.

Un ciudad pequeña tendrá un teatro pequeño, un cine pequeño y un equipo de futbol pequeño. ¿sí?...
No habrá grandes aglomeraciones...por lo que tampoco habrá grandes riesgos de contaminarse de ningun virus.

Los fundamentos de la sociedad es la familia. Es el pilar de toda sociedad, y tan sólo son, como mucho 6/8 personas. Quizas un poco más si contamos tios y primos...pero no mucho más. 
Y las ciudades igual que las familias cuando son muy grandes...pierden consistencia. Se van diluyendo y difumiandose hasta ya no saber qué te une a ellos.

Bien. La idea de esta entrada es hacer un llamamiento a lo esencial, a lo pequeño, a estrechar lazos con el que tenemos al lado...a no centralizar los sentimientos de tal manera que el conjunto de ellos, como una gran masa pueda ser manipulado. Hay que evitar ser esas hormiguitas de las que hablaban en esa pelicula.
No por nada la idea de una Europa unida no funciona; no por nada la idea de la globalización se está demostrando una aberración.
Una sociedad, contra más grande, más falla y más dificil de solucionar.

El mundo se ha parado. Bajemos...y empecemos de nuevo.
Ojalá podamos.

SALUD Y FUERZA