Estaba tranquila en la piscina del gimnasio, a una hora en que no habia nadie. Una hora perfecta.
Estaba en la piscina cubierta y las luces del techo, azules, se reflejaban en el agua.
Por unos momentos quedé sin saber si las luces que veia reflejada eran del techo o estaban dentro de
la piscina.
Entonces me di cuenta que el agua se comportaba como si fuera un espejo.
Un espejo si yo estaba quieta, o lo que es lo mismo: si el agua no se movia...las luces tampoco.
Pero si yo, por poco que fuera, movia las manos o los brazos, la luz tambien se movia.
Es lógico, es normal, no hay nada de extraño en ello.
Pero, como es normal en mi, me puse a pensar y a preguntarme ¿qué luz era la real?.
La del techo, inmovil...o la del reflejo en el agua.
Y de esa pregunta tonta, razoné que 'posiblemente' la realidad sea UNA sola. Y que nosotros, pobres
humanos SOLO vemos un reflejo de ella.
Y todo depende de cuanto hagamos 'mover' las manos, si con fuerza o con suavidad, esa REALIDAD se
verá distorsionada.
No podemos ver la REALIDAD tal como es, solo la vemos distorsionada.
Allá arriba...en el 'techo'...está la VERDAD...unica. Y pienso que dificilmente podremos verla o entenderla
tal como es en REALIDAD.
Y saber que nunca podremos alcanzarla es un buen ejercicio de sabiduria.
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