No tendría más de 7 años,
menuda y delgada había que darle unos polvos que compraban en
la farmacia para abrirle el hambre.Y ni así.
La cría era enfermiza y se le
notaba en los ojos: siempre idos. Al principio us padres pensaron que
era sorda y por eso parecía que siempre andaba en otro sitio.
Ajena a todo vivía en un mundo
aparte de los adultos. Podía pasarse horas y horas dibujando
barcos y nubes. Todo lo pintaba de azul.
Aquel año las vacaciones de
invierno iban a ser diferentes. Solo un poco, pero lo bastante para
que a partir de entonces la vida de la niña diera un giro de
360º.
Como siempre, al no tener colegio, la
dejaban al cuidado de una tia. Ella se lo pasaba muy bien, pues los
primos ( eran tres ), se dedicaban a hacer el burro delante de ella,
para impresionarla o para tomarle el pelo, da lo mismo.
Eran unas tardes que nunca olvidaría,
divertidas y diferentes. Corrian por un largo pasillo a ver quien
llegaba antes a la cocina...se daban de golpes y de codazos, sin
mirar si hacian daño o no. No importaba, el caso era pasarlo
bien. A veces jugaban a indios y comanches, con caballos de plástico
que saltaban de arriba la mesa hasta el suelo, y casi volaban.
Los primos sabían que la niña
no estaba muy bien de salud, y quizas por eso la mimaban y estaban
por ella.
Aquel año la dejaron que les
ayudara a montar el Belen.
Nunca antes la habian visto tan feliz.
Montaron unas tablas de madera entre
dos sillas....y empezaron a colocar casitas de corcho,palmeras de
plástico...arrugaron hasta lo imposible trozos de papel de
color marron para formar montañas....y en la pared engancharon
un trozo de papel azul marino que tenía unas estrellitas
dibujadas. Colocaron el pesebre, la virgen, san josé, el
niño....los pastorcillos, los reyes que bajaban de la montaña,
unas gallinas, unos cerdos, y un trozo de papel de aluminio como rio.
Hasta un pequeño puente en medio y un pastorcillo pescando. Y
un angel arriba del pesebre. El punto final se lo dejaron a ella.
Había que poner la estrella de
Belen en medio del cielo.
Era de carton, plateada y con una larga
cola acabada en tres puntas....
En cuanto quedó pegada al papel
que hacia de cielo, el tiempo pareció pararse para ella. Quedó
atrapada en aquella estrella.
Por la noche, ya en su cama, cerraba
los ojos y sólo veía la estrella.
Sus padres le hablaban, sus hermanos le
preguntaban cosas, y ella no atendía nada.
-Parece que esté en las nubes-
decian.
Durante unos dias, todas las tardes iba
a donde sus primos y movian a los reyes acercandolos al belen. Pero
ella sólo miraba la estrella. Cada dia la encontraba más
brillante y hermosa. Parecía hipnotizada, nada que pasara a su
alrededor le inquietaba, se pasaba las horas mirando la pequeña
estrella fugaz.
Llegaron las fiestas, los parientes,
las comidas, los dulces y los juguetes.
Aquel año los reyes le trajeron
una cocinita, con sus ollas y sus platos, que pronto quedó en
el olvido.
Cuando tuvieron que deshacer el belen,
a ella le dió mucha pena. Fueron guardando todas las figuritas
en unas cajas, bien colocadas para el año siguiente.Pero en un
descuido, les robó la estrella.
Al llegar a su casa, nerviosa no prestó
mucha atención al regalo que le habia traido su madre.
Era un libro titulado “Mi libro de
historias biblicas”.
Y para que nadie le preguntara sobre la
estrella de belen, ella la guardó entre las páginas de
aquel libro.
Fue el último recuerdo que
tendría de los mejores dias de su infancia. Nunca más
volvió a festejar la Navidad, ni a montar un belen, ni dulces
navideños, ni canciones delante de un pesebre, ni a correr
por un largo pasillo dandose codazos con sus primos....ni tampoco a
enganchar ninguna estrella de carton plateado.
Fue el principio de una locura.
qué bien escribes!!! espero que no sea autobiográfico. Besos
ResponderEliminarGracias guapa por comentar.
ResponderEliminarUn poquito sí hay de biográfico....
Besos